El acto final de Demna para Balenciaga

Para su última colección en Balenciaga, Demna rindió homenaje a su eterno amor por París: la ciudad donde se formó como diseñador, la ciudad de la que sigue enamorado y la ciudad que ahora se prepara para dejar atrás al comenzar una nueva etapa en Milán. Sigue leyendo para descubrir todo lo que necesitas saber sobre la colección.

Búsqueda de la perfección
Ser diseñador no es tarea fácil. Equilibrar la creatividad con las expectativas comerciales, sin perder de vista el espíritu cultural de la época, exige cierto perfeccionismo. «Esta colección es la manera perfecta de culminar mi década en Balenciaga. He llegado lo más cerca posible de la satisfacción en esta búsqueda incesante de la perfección imposible: el espíritu que define a Cristóbal Balenciaga», compartió Demna en las notas del desfile.

Entre bastidores, reflexionó más sobre su relación personal con la perfección y cómo, una vez que finalmente dejó atrás la presión por alcanzarla (porque, al fin y al cabo, nadie es perfecto), comenzó a crear con libertad. Fue, según él, la lección más importante de su tiempo en la casa.

Friends and Family
El casting del desfile estuvo compuesto por rostros conocidos: musas y colaboradoras que se convirtieron en sinónimo de Balenciaga bajo la dirección de Demna. El icono finlandés Minttu Vesala desfiló con un maletín dorado, reimaginado como un estuche para portátil con forma de joyero. Eliza Douglas cerró el desfile con un vestido de encaje guipur sin costuras, esculpido con técnicas de sombrerería: una auténtica maravilla.

Pero también hubo giros inesperados. Kim Kardashian apareció con un look que recordaba a Elizabeth Taylor: un abrigo de visón bordado con plumas sobre una combinación de seda al estilo de La gata sobre el tejado de zinc, rematado con pendientes de diamantes de la colección privada de Lorraine Schwartz. Isabelle Huppert debutó en la pasarela con un escultural mono negro con un escote al estilo de Nosferatu.

En otros lugares, las referencias a Marilyn Monroe y la época dorada de Hollywood tomaron forma en un vestido “Diva” con lentejuelas negras y un vestido de princesa “Debutante” rosa, ambos confeccionados en la organza técnica más ligera del mundo.

¡Vístete!
En un giro inesperado para la alta costura, la colección incluyó una serie de trajes a medida —nueve en total— desarrollados en colaboración con cuatro talleres familiares de Nápoles. Diseñados como "talla única" y cortados originalmente para un fisicoculturista, los trajes fueron posteriormente estilizados en modelos de todas las formas y tallas. "No es la prenda la que define el cuerpo, sino el cuerpo el que define la prenda", declaró Demna en sus notas.

Levántate y Brilla
Para su última propuesta de alta costura, Demna puso especial énfasis en los accesorios. Colaboró ​​con Lorraine Schwartz para crear más de 1,000 quilates de alta joyería a medida, con diamantes blancos, esmeraldas naturales, zafiros Padparadscha, diamantes rosas y diamantes amarillos canarios.

Otros accesorios destacados incluyeron dos abanicos recreados de los archivos de Duvelleroy, quizás el accesorio de alta costura más excéntrico de todos. Los broches fueron elaborados por Maison Lemarié y William Amor con papel de seda desechado del taller, junto con pongee de seda. ¿Y las zapatillas? La primera zapatilla de alta costura de Balenciaga, una clásica zapatilla para correr, fue elaborada a mano con técnicas tradicionales de zapatería.

Cortesía: Balenciaga 

Texto: Lidia Ageeva